En todas las relaciones amorosas hay épocas positivas y negativas. Situaciones como el estrés, la monotonía y los problemas del día a día pueden hacer que, de manera progresiva una relación cambie y deje de ser algo que nos hace felices a ser un problema en nuestra vida.
Es importante que sepamos diferenciar una mala época de pareja y una crisis grave. No tenemos que preocuparnos cuando llevemos unos días malos, ya que todas las relaciones de pareja tienen malos momentos que pueden durar unos días o unas semanas. Estos son pasajeros y se irán del mismo modo en el que han llegado, sin embargo si esta situación se vuelve habitual, debemos actuar.
Uno de los síntomas más comunes de una crisis en la pareja es que no hay comunicación o que esta no funciona. Podemos encontrarnos parejas que discuten por todo (problemas de comunicación) o que viven como extraños sin apenas hablar entre ellos (comunicación inexistente) La comunicación es un pilar fundamental en la pareja: si esta funciona, la pareja tendrá una herramienta importante para afrontar los diversos problemas y situaciones que vendrán a lo largo del tiempo.
Otro de los síntomas que más se dan en las crisis de pareja es un cambio en la vida sexual. Desde luego hay épocas en las que esta se ve afectada debido a momentos de estrés, enfermedades, nacimiento de hijos etc, pero si no hay un motivo, más vale tratarlo a tiempo porque puede ser algo mucho más profundo
Llevar vidas demasiado independientes también puede desembocar en una crisis de pareja. Cada miembro tiene que mantener su independencia, eso es evidente, sin embargo cuando hay largas rachas en las que se hacen más planes separados que juntos podríamos estar hablando de crisis de pareja.
Otra situación habitual es que, cuando se vive una crisis en la relación, no haya interés por ninguna de las dos partes en solucionar la situación. Es decir, ambos miembros no quieren afrontar el problema y, van viviendo con “pasotismo” hacia la relación. En este caso, podríamos estar ante una situación de crisis de pareja grave.
También podemos saber si estamos viviendo una crisis cuando cualquier situación se convierte en una pelea. Esto ocurre porque los dos están hastiados de la relación o la situación alargada de malestar ante la mínima cosa se produce una fuerte discusión. Esta suele ser la última fase antes de dar por terminada una relación, por ello es importante intentar evitarlo y recurrir a la comunicación sana, porque de lo contrario nos enfrentamos a una relación tóxica que terminará por matar la pareja de manera definitiva.