Definición y Terapia Transgeneracional
La forma de vivir de nuestros antepasados nos marca
El transgeneracional trata de nuestros mayores, de nuestros padres, abuelos… y de todo lo que vivieron, de lo que tuvieron que hacer para garantizar, para asegurar la supervivencia de la especie (familia, clan) y como superaron cada uno de los obstáculos de su vida. Estos obstáculos, al igual que las victorias vividas por nuestros ancestros es lo que nos transmiten, lo que aportan a los descendientes como herencia de aprendizaje y supervivencia.
El objetivo de este artículo es dar respuesta a estas preguntas; “¿Que es el transgeneracional y para qué sirve?”; Carl Gustav Jung, creador del concepto del inconsciente colectivo y familiar, y Anne Ancelin Schütrenberger, madre de la Psicogenealogía y el Transgeneracional moderno, definen y nos regalan las bases de todo lo que hoy estamos tratando. Jung decía que “lo que no se expresa, lo que no se reconoce (secreto), vuelve en forma de destino”; programa transgeneracional.
La siguiente pregunta lógica seria: ¿Cómo se transmite este aprendizaje? ¿Cómo llega a nosotros desde nuestros ancestros? Existen varias formas de explicarlo, hoy voy a hablar de una de ellas: Epigenética.
Las emociones se transmiten a través del ADN mitocondrial
Cada célula del cuerpo, tiene como bien sabemos por la biología, el ADN nuclear y el ADN mitocondrial. Este ADN del núcleo es el que va a determinar nuestra estructura física (piel, color pelo, de ojos…), como bien nos ha enseñado la ciencia. Y es en la mitocondria de la célula donde se graban las experiencias vividas por esa célula (vivencias recogidas en estrés, tanto positivas como negativas, pues todo lo vivido en estrés tiene un sentido biológico de supervivencia). De esta forma podemos decir, que el ADN nuclear está cargado de información estructural y el ADN mitocondrial está cargado de información emocional. Y por pura y simple genética estos ADN nos definen, determinan y dan forma tanto estructuralmente como emocionalmente.
Lo que vivió nuestro ancestro se conoce normalmente, se sabe a nivel mental, por ejemplo, una madre que pierde a su hijo; lo que no se sabe, lo que ni tan si quiera ella sabe es ese dolor que no se permite sentir y menos aún expresar. Este acontecimiento vivido normalmente en solitario, sin solución aparente, y que hace peligrar la supervivencia del clan o la familia (factor filogenético). Esta información se queda grabada y es transmitida a las siguientes generaciones hasta que nos permitimos reconocerlo y darle salida a ese dolor (emoción) liberándolo en nuestro inconsciente familiar.
Podemos librarnos de esas cargas gracias a la terapia transgeneracional
Esta es la razón por la que se suele decir que cargamos con el sufrimiento de nuestros padres y la no siempre acertada frase “pagamos las cargas de nuestros antepasados”. Nadie paga nada, nadie está obligado, lo hacemos por amor y lealtad. Debido al transgeneracional nos ofrecemos a revivir y expresar estas situaciones. Este “dolor” se expresa en nosotros a través del síntoma en los descendientes, que puede ser un síntoma físico, emocional, mental (dinero, pareja e hijos suelen ser los ejemplos más claros).
Existen algunas “cargas” más pesadas que otras, una de las más pesadas es el olvidado o excluido de la familia. Esta situación obliga a nivel inconsciente a los descendientes a traer a este miembro una y otra vez al sistema, intentando devolverle el lugar que se le ha negado.
Existen dos formas de enfrentarse a esta situación: Repetición o Reparación; tienen una diferencia importante, aunque sutil. En la repetición vamos a tener únicamente el deseo de traer a esta persona (muchos casos de aborto responden a esto), para que la familia sea consciente del drama, pero aun vivido sin solución. En la segunda, reparación, ya existe una solución inconsciente y es necesario llevarla a cabo. La terapia transgeneracional tiene el objetivo de liberar.
Esta necesidad inconsciente que nos fuerza a revivir y sacar situaciones, no pretende hacernos la vida imposible, no es por “pagar los platos rotos de nuestros antepasados”, nada de eso; es un sentido biológico de supervivencia genética, tiene un sentido de evolución. Todo lo que se vive como un impacto de supervivencia importante, tanto en positivo como en negativo, tanto las victorias como las derrotas, se graba en nuestras células como conocimientos necesarios para esa supervivencia y es esta información la que se transmite desde la ontogénesis a la filogénesis, desde el individuo al sistema transgeneracional, llegando a nosotros los descendientes como la futuras respuestas y formas de actuar que garantizan la supervivencia. Esto se ve claramente en animales como la tortuga, el cocodrilo o la jirafa.
En el transgeneracional a esto se le llama programas de adaptación o programas de supervivencia, aunque estos programas pueden ser adaptativos o des adaptativos. Cuando esa información, programa, se convierte en una forma correcta y útil para enfrentar el presente, se convierte en adaptativo; si, por el contrario, este recurso transgeneracional nos provoca un nuevo dolor o conflicto (incluso llevarnos a la muerte) lo llamamos des adaptativo.
Caso real en la consulta:
“Una mujer llega a consulta de terapia transgeneracional y nos cuenta que no consigue superar la muerte de su hijo que se ha suicidado saltando al vacío desde su casa. Explica que jamás había tenido tendencias suicidas y que este hijo vivía una situación de ruina económica y que antes de morir hablaba de que no veía salida a esta situación. Bien, miramos su árbol y encontramos un bisabuelo del que este hombre es doble; empezamos a profundizar en este pariente y descubrimos que se contaba de él que salvo la vida de una forma peculiar; Iba camino a un campo de concentración en la segunda guerra mundial, lo llevaban en un tren; él y un compañero levantaron las tablas del suelo y “se lanzaron al vacío” mientras el tren pasaba por un puente sobre un rio… y de esta forma salva su vida.”
Esta información ya hemos dicho que está en el hijo de nuestra paciente y ante una situación “sin salida”, “recuerda” esta forma de actuar, saltar al vacío, con la creencia inconsciente de que esa es la salida, la forma de salvarse…
¿Cuál es el fin de la Terapia Transgeneracional o Psicogenealogía?
La terapia transgeneracional busca hacer consciente en la persona esas memorias de sufrimiento o drama vividas por uno o varios antepasados con los que estamos vinculados, y de esta forma liberar el dolor sufrido por ellos y que ha quedado guardado en nuestro inconsciente familiar, liberándonos a nosotros mismos y a nuestro sistema familiar (descendientes) de ese destino del que hablaba Jung.
¿Cómo podemos reconocer esas memorias Transgeneracionales en nosotros mismos?
Además de acudir a un profesional cualificado para la terapia transgeneracional, podemos observarnos a nosotros mismos cuando tenemos una reacción desproporcionada, o excesiva ante un evento exterior, por ejemplo, “no me gusta beber alcohol y odio y a todas las personas que beben, aunque no tengan nada que ver conmigo, soy capaz de gritarles para hacerles ver el dolor que les causan a sus familias…”, este ejemplo nos hablaría de alguien con un ancestro alcohólico los cuales han llevado a su familia a vivir grandes dolores. Cuando las situaciones se repiten en nuestra vida una y otra vez, puede ser otra pista de algún conflicto transgeneracional relacionado con esta situación que estamos viviendo. Y por último y tal vez la más importante es hacernos esta pregunta, mientras pensamos en la situación: ¿esta situación es nuestra?, invariablemente vamos a responder que no, que tenemos la sensación de que esto le ocurre o le pertenece a otra persona, cuando viene de algún conflicto transgeneracional (“esto es como si no fuera mío”).
¿Cómo nos liberamos de estas memorias?
Existen como hemos comentado anteriormente varias formas y técnicas, lo ideal es siempre buscar la técnica o herramienta que más se adapte a la persona y a su forma de entender el mundo, ahora vamos a nombrar algunas de ellas: psicodrama, toma de conciencia, acto simbólico, búsqueda del resentir… Para mí de cualquier forma la dinámica debe seguir siempre una línea con la que podemos garantizar el buen resultado. Es la forma de llevar de manera sana la terapia transgeneracional.
- Primero, revivir sacando a la luz y experimentando lo que le ocurrió, lo que vivió y sintió nuestro ancestro y que está grabado como hemos dicho en nuestros inconsciente.
- Segundo, tomar conciencia de cómo nos afecta a nosotros en nuestra vida este hecho y encontrar el sentido biológico que le hemos dado (repetición, reparación…), es decir, como intentamos darle solución a este conflicto por medio de nuestros síntomas.
- En este momento estamos por fin preparados para dar una solución, dar una respuesta, a este grito de nuestro inconsciente familiar, para ello debemos encontrar una solución, un recurso propio que nos encaje a nosotros.
- Ahora le entregaremos con esos actos simbólicos este recurso y nuestro ancestro y le devolveremos el problema ya resuelto, garantizándole a nuestro inconsciente que cuando nos ocurra a nosotros mismo ya tenemos una solución.
- Y por último dejando a ese ancestro en su lugar desde el amor y el agradecimiento para todos los implicados…
Todo esto según como sea cada persona se puede dar distintos enfoques, como hablábamos, más espiritual, más simbólico, más real, corporal… siempre hablando el lenguaje con el que cada uno se sienta más cómodo.
¿Y ahora que toca?, bien pues ahora a disfrutar de nuestra vida con total libertad, siendo ahora si dueños de nuestras vivencias y no más esclavos secuestrados por nuestro Transgeneracional.
Gracias por leerme y recuerda que estoy a tu disposición en anahyana@anahyana.es o en el 626 32 22 32
Espero que te haya gustado el post ¿Me ayudas a hacerlo llegar al máximo número de personas posibles?