Desórdenes amorosos
¿Que queremos decir cuando hablamos de desordenes amorosos?
Muchas veces nos hacemos un lio con estos términos, pues bien, lo primero es explicar de qué estamos hablando. Cuando hablamos de desórdenes amorosos, nos referimos a esas personas que repetidamente eligen, buscan y atraen a parejas que son tóxicas o incluso dañinas para ellos; son personas que no pueden salir de forma natural de esta espiral en la que atraen a parejas maltratadoras (cualquier tipo de maltratro, físico, emocional…), pareja celosas, posesivas…
Normalmente estas personas además no son conscientes de su responsabilidad en esta situación, de su porcentaje de responsabilidad y por esta razón terminan cayendo en mayor o menor, grado en un victimismo; “Que mala suerte tengo…” o “Si es que todo me pasa a mi…” dejando la responsabilidad de lo sucedido en el mundo exterior, pero también la solución queda, de esta forma, en el mundo exterior, y así se convierten en victimas y esclavas de su propia decision.
Decisiones de estar con personas equivocadas
Pues bien, lo primero siempre es lo primero y en este caso es simple y llanamente el ESPEJO; Según la mayoría de los expertos a nivel mundial del trabajo con el inconsciente (Jung, Froid…) y los especialistas en física cuántica, el ser humano y su inconsciente es un inmenso emisor de señales que resuenan con nuestro entorno para “atraer”, para captar a las personas y situaciones más adecuadas para “hacer realidad” las verdades internas, tanto del ego, como de esos programas que determinan nuestra realidad del día a día, llegando a secuestrar nuestra libertad, pues estos programas constituyen entre el 95 y 98% de nuestro dia a dia.
¿Libre albedrio? O ¿capacidad reducida de eleccion?
Según esta realidad, todo aquello que acude a nosotros en nuestro día a día, es, entonces el reflejo de esta información que llevamos dentro, es por ello que se suele decir que si eres, o te sientes maltratado, es porque tú mismo/a te maltratas.
Por ejemplo, esa mujer que tras sufrir durante años el matrato fisico de una pareja y tras dar el dificil y duro paso de enfrentarse a ello y liberarse de esta persona, acaba irremediablemente encontrando a una nueva pareja, que, si bien el maltrato no es exactamente igual, sí que le maltrata de alguna forma; ¡¡Es ella entonces quien se maltrata!! Y puesto que, normalmente, no realizamos esos actos de autocastigo de forma directa, busca a las personas adecuadas para hacer cierta esa posible ley interna, “Soy mala”, “No merezco amor” e incluso “Merezco ser castigada por mis actos”…
Como podrás suponer vivir con esas creencias, con esas cargas, es un verdadero infierno y en muchos de los casos, le es totalmente imposible a la persona salir de esta espiral sin la oportuna ayuda.
Pero volvamos al Espejo, la vida, hemos dicho, te va a regalar cada dia las circunstancias adecuadas para cumplir con tus creencias, siendo todo aquello que te ocurre ese reflejo de tu interior, por lo tanto, esa cajera del supermercado que te gruñe todos los dias, es posible que también seas tú quien te gruñes a ti mismo… Y el mayor y más grande de los espejos es, sin lugar a dudas, la pareja. Es con ella con quien buscamos una mayor conexión y compenetración, con quien más nos esforzamos en complementarnos. No es raro, entonces, que esa persona que te complementa en lo bueno, en lo que te hace feliz en tu vida, también lo haga en lo que te hace infeliz o te duele, pero no lo hace por fastidiar ni por hacerte la vida imposible, sino simple y llanamente, porque es lo que le estas pidiendo a nivel inconsciente, has buscado a esa persona y le has dicho en tu inconsciente, “yo me siento culpable, así que cúlpame”.
Mirandolo desde este punto de vista, resulta totalmente estúpido culpar al otro de toda la responsabilidad de las cosas que nos ocurren, ¿no?
Toma consciencia y líbrate de esas situaciones
Y ahora me diras, “Si bueno, pero el otro me sigue gritando, me sigue pegando ¿no debo hacer nada?” Claro que si, lo primero tomar el control de tu vida, marcar el límite de lo que estas dispuesto/a a aceptar o no… Y, entonces, debes “buscar”, tomar conciencia de esta realidad en la que tú tienes tú 50% de la responsabilidad. Te prometo que, con eso, ya has hecho mucho, ya habrás solucionado gran parte; aunque no todo. Despues debes saber de dónde viene esta forma de actuar, este programa: ¿es aprendido de papá o mamá y su relacion?, ¿estoy repitiendo una experiencia previa que me marcó?, ¿todas las mujeres u hombres de mi familia viven estas situaciones?… Encontrando las razones traemos esta “verdad” del inconsciente a nuestro mundo consciente y es en ese momento cuando podemos cambiarlo, cuando podemos “decirle” a nuestro inconsciente, y con eso también al mundo exterior que nos rodea, que ya no queremos más ese plato de comida, que ya no queremos “pollo” para comer, que le diga al camarero que de hoy en adelante queremos “pescado”…
¿Parece sencillo verdad? Pues lo es, así de facil y simple.
Aun nos quedaría un último paso, una última piedra que saltar, se llama costumbre o lo que es lo mismo conducta. Somos seres de costumbres, seguimos rituales diarios para ir al trabajo, para vestirnos, para asearnos y también tenemos costumbres en todas las demás areas de la vida. Por eso, aquí también debemos cambiar ese habito de conducta y la próxima vez que aparezca esa semejanza, que ese camarero nos ofrezca pollo, deberemos decirle, “Hoy quiero pescado y si no tienes pescado me voy a otro restaurante”.
Bien, pues, a eso es a lo que nos referimos cuando hablamos de desordenes amorosos y eso es lo que se busca en un taller de pareja y desórdenes amoros. Otro día me centraré mas en los conflictos de pareja, conflictos de comunicación y de polaridad.
Gracias por leerme y recuerda que estoy abierto para cualquier pregunta a este respecto en anahyana@anahyana.es o en el 626 32 22 32